Jmichael: oboes e instrumentos musicales
Jmichael es una de las mejores marcas de oboes que existen, y por ello, es un claro líder del mercado.
Una marca histórica arraigada en la fabricación de buena calidad. Además, los oboes producidos por JMichael son los mejores de la gama.
La compañía se estableció en 1825 y destaca por enseñar a nuevos alumnos a que aprendan las técnicas de construcción de sus instrumentos musicales para garantizar que el cliente reciba instrumentos increíbles.
Oboes de calidad
Comprar un oboe de esta marca es una elección hecha para la calidad y la garantía hechas a mano.
Por lo tanto, sólo se ocupan de hacer los instrumentos de mejor calidad. Para así transmitir sus conocimientos a los fabricantes de instrumentos que enseñan en la empresa. Una hazaña impresionante.
La marca ha dedicado su trabajo a proporcionar instrumentos musicales de calidad a muchos amantes de la música de una amplia gama de instrumentos diferentes. Mientras qué sus oboes en general, están diseñados con el músico en mente.
Se basan en el conocimiento de profesionales, profesores, estudiantes y principiantes para mejorar la calidad de sus oboes. Y así tomar decisiones sobre qué hacer para el proceso de fabricación.
Obtener sus productos aseguran al comprador que está recibiendo un oboe duradero y confiable.
La historia de JMichael
Joho Newman, que en general era su distribuidor en el Reino Unido, contó una vez una historia de su pueblo natal de Rotherfield, East Sussex.
Una vez hubo un hermoso niño rubio llamado James Michael. Todas las personas de la aldea lo conocían como JMichael porque su padre también se llamaba James y así evitarían la confusión.
El niño JMichael era muy musical y tenía una voz angelical que llegó a cantar en el coro de la antigua iglesia de St. Danys.
Un don increíble
Un día, el obispo visitaba la iglesia y escuchó al pequeño JMichael cantar. Estaba tan impresionado que le pidió que se convirtiera en un erudito en música en su catedral.
El pequeño JMichael estaba tan triste de dejar a su familia y amigos. Ya que tuvo que irse por 5 años pero no pudo rechazar esta maravillosa oportunidad.
Cuando regresó a su aldea al final de su tiempo en la catedral, además se había convertido en el músico más talentoso. Era el mejor tocador de oboes y venía gente de todo el país para escucharlo tocar.
El muchacho estaba tan contento de estar en casa que dijo que nunca más abandonaría la aldea. Dedicó su vida a enseñar a todos los niños de la aldea las habilidades musicales que había aprendido.